Desigual: Nueva colección 2014

Producto	Desigual, nueva colección 2014
Lo mejor	Alguna prenda no parece “Desigual”
Lo peor	Harapos a precio de grandes marcas. Confundir creatividad con ordinariez.
Notas	Si la vida es chula, Desigual es, ¿un zombie?
Web	www.desigual.com
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Puntuación(sobre 5)

Hace ya unos cuantos años, allá por Diciembre de 2007 redacte la entrada; Desigual, ropa de horteras, hoy más de 6 años después la firma sigue en sus trece, ofreciendo lo estrambótico y de mal gusto como su seña identificativa. Aunque en contra de mis predicciones la marca ya se equipara a Inditex, Mango o Cortefiel, participando incluso en las pasarelas. Nadie dijo que llevar lo más conocido fuera tener buen gusto, aunque contraten a Adriana Lima o a la Reina de Saba. Para hacer más ameno el artículo me limitaré a mostrar algunas de sus prendas destacadas de la temporada de otoño-invierno 2014:

Hombre

Déjale a un niño una camisa blanca, unos bolígrafos, unos minutos… ¡y 62 pavetes!	-“María, te dije que no metieras el polo en la lavadora con el mantel azul que desteñía…”.	Esta camisa no se la pondría ni Falete en sus mejores tiempos… (tampoco entraría)

 

El diseñador no estaba drogado, ¡mal pensados!	-“¿Por qué en el curro me llamaran flor de primavera?”	-“Me costó convencer a mi profesor que no era una chuleta”

Mujer

-“Vengo del futuro, la cosa se puso muy jodida…”	-“Ande yo caliente, que se descojone la gente”.	-“Le pegué dos tijeretazos a la funda del sofá…”.

 

-“No, no quiero llamar la atención”.	-“No veas como se pasaron mis amigas con el disfraz en la despedida de soltera”.	-“tía, echaba de menos mi carpeta de los 90”.

Ideal para ir al Jacuzzi.	-“Soy anoréxica y fan de Piratas del Caribe, any problem?”.	Repito, el diseñador no estaba drogado…

Ropa más normalita

En honor a la verdad hay que decir que los de Desigual no son estúpidos y se han dado cuenta de que mucha gente rechazará la línea habitual de su marca casi con toda seguridad. Por lo que dentro de su ropa estrambótica ha introducido en su mayoría ropa dirigida a un gusto más general del consumidor –más normalita-. Es decir, los diseñadores son conscientes de que solo con su seña de identidad de moda estrambótica no saldrían adelante. Eso sí, con el precio siguen cebándose sobremanera.