Patrulla Anti-niñato inspirada en Orlando Bloom

Hace poco el actor Orlando Bloom le atizo un guantazo al niñato de Justin Bieber en Ibiza cuando éste entro en plan chulesco a un restaurante donde estaban varios actores, (Di Caprio le aplaudió). Según el Daily Mirror:

Tan pronto como apareció en el local [Bieber] yempezó a saludar a la gente con cierta chulería, como desafiando a todo el mundo,

He de reconocer que la ostia que le ha propinado Bloom es la misma que le habríamos propinado miles y miles de personas a lo largo del planeta azul. Ojo, no quiero decir que se le de una paliza, simplemente una buena solfa con la mano abierta para que se le quite la tontería que lleva encima y madure, ya que todos hemos sido niñatos alguna vez en nuestra vida. Atravesando esa difícil etapa de dejar de ser niño con un severo azote de testosterona. Si bien, desde la generación de los 90 el niñatismo ha degenerado sobremanera, vamos que cada vez son más chulos, maleducados, barriobajeros y chusma al por mayor.

Bloom, un modelo a seguir.

La historia de los niñatos no es corta, todos recordamos el niñato del metro de Valencia, como un símbolo del niñatismo patrio, aunque lo peor estaba por venir todavía. La chula de Móstoles no se quedó atrás a la hora de mostrar su barriobajero y nefando comportamiento. Pero bueno, para niñato el del Pim Pam Toma Lacasitos.  Por si no teníamos poco, ahora a los niñatos de aquí también se han unido los de fuera en forma de Latin Kings, etc... Como si no tuviéramos bastante con lo nuestro.

Creo que los ciudadanos haríamos bien, inspirándonos en la gran gesta de Bloom en crear una patrulla anti-niñatos, para ir a repartir por las calles a todo niñato que esté cometiendo un acto de vandalismo o faltando el respeto a la gente de bien, porque me da la sensación de que la Policía hace menos de lo que debería contra estos niños venidos a más. Yo casi la tuve hace poco en Madrid Río con un niñato skater que me rozo, poniéndose después chulo con sus amiguitos cuando le recriminé la acción.

Pues eso, enhorabuena a Orlando, ¡a por ellos!