Mujeres de Singapur

La revista FHM sigue publicando su sección mujeres del mundo, sí el otro día vimos a las francesas hoy le toca el turno a las singapuñeras. Como observaciones decir que tienen nombres bastante occidetalizados las señoritas que aparecen en las fotos, imagino que será su nombre artístico.

¿Qué comen?: Mejunjes de pescado rebozado muy elaborados. Por ejemplo: ‘Raya a la barbacoa servida en hoja de banana con aceite de samba’. Delicioso, ¿no?

Carrie y Jean, dos bellezas este exótico país

Priva local: La mayoría del alcohol en Singapur es importado: El cóctel Singapore Sling lo ponen en todas partes, pero ten cuidado: apuntar un par de ellos en tu cuenta te saldrá por más de 20 euros cada uno.

Mayor logro cultural: Cualquier persona que arme un escándalo será obligado a limpiar las calles con un cartel en el que ponga: ‘soy un payaso basurero’.

Eileen Tan, menudo caramelito

Te matará: Sí. Amnistía internacional dice de Singapur que “tiene posiblemente la mayor tasa de ejecuciones per cápita del mundo”.

Frase que debes memorizar: “Nosotros, los ciudadanos de Singapur, nos comprometemos, como pueblo unido, sin distinción de raza, lenguaje o religión, a construir una sociedad democrática, basada en la justicia y la igualdad, para así lograr la felicidad, la prosperidad y el progreso de nuestra nación”. Suéltalo cada vez que se te olvide de tirar de la cadena y podrás librarte de una multa.

Jessica Tan, esta singapureña tiene menos chicha, será la hermana flaca de la anterior

El mejor lugar para visitar: Central Beach. Monos artistas por todas partes.

Animal nacional: El león. Grrrr.

Dato impresionante para charlas de bar: La iluminación para el Gran Premio de Fórmula Uno de Singapur requirió 12 generadores dobles con una salida total de 3.2 millones de vatios.

Una profunda mirada la de Rosemary Vandenbroucke

Deportes en los que ganarían a España: Ping-pong y bádminton. Se manejan bastante bien con la mopa.

¿Te gustaría vivir allí?: No si te gusta mascar chicle. O leer FHM. O cualquier otro “producto de riesgo” de la civilización humana.

Fuente y artículo completo: FHM