¿Cárcel ante el abandono de perros en verano?

Ya es sabido que cuando llegan las vacaciones una mascota se convierte en una carga para la familia que ha de cuidarla y por diversos motivos a la hora de la verdad no encuentra una solución para que alguien les cuide al chucho y optan por su abandono.

A decir verdad este fenómeno ocurre con toda clase de mascotas solo que no nos damos cuenta de que alguien suelta a un pajarillo que acaba en las fauces de un audaz depredador o de un gato que pasa a vivir bajo los coches, siempre un perro es mucho más vistoso, pero lo peor de todo es que por abandonar el ser humano abandona hasta a las personas ya sean mayores o recién nacidas... Este tipo de actos que tanto nos escandalizan no son tan lejanos a nosotros pues nuestro vecino del 4º o el churrero de la esquina pueden llegar a hacerlo.

Hace poco leí una cita en el MSN de una amiga que rezaba - Muy pocas personas, demasiada gente, gentuza yo diría, cada vez estamos más rodeados de gente que solo ve su propio ombligo y que no advierte el daño que puede llegar a hacer su egoísmo.

A lo que voy es que Nacho y a Susana que se acaba de hacer un piercing en la lengua se les ocurre comprar un perrito en el mes de enero muy mono que ven en una tienda, a los 3 meses ya están aborrecidos de sacarle a pasear y de los cuidados que requieren y cuando llegan las vacaciones encuentran la excusa perfecta para desacerse del desgraciado animal.

Mi solución a este problema es que antes de comprar cualquier animal, ya sea perro, gato, conejo indio, periquito, etc... se hiciera un test al posible dueño con el fin de determinar si es apto para responsabilizarse del bicho, este test simplemente sería orientativo sin ninguna valided jurídica y podría dar pie a que el vendedor de la mascota disuadiera al irresponsable futuro dueño de su compra.

Él nunca lo haría

Por otro lado endurecería la ley y a la persona que abandonase a un animalillo no lo enviaría a la cárcel ya que me parece excesivo pero le improndía una sanción económica bastante severa, de unos 20.000€, el sueldo medio de un año y trabajos para la comunidad para humanizar a estos descerebrados. También agilizaría la justicia para que otras personas pudieran denunciar un posible abandono de un amo a su mascota y que el caso pudiera ser investigado, por ejemplo si la familia Perez ya no saca a pasear días después de sus vacaciones a su perro Wolffy la familia Fernandez podría llamar al teléfono de defensa de animales y denunciar este hecho para que posteriormente un funcionario especializado investigase el caso en pronfundidad.