Viajar en tren

La semana pasada tuve que coger un tren a valencia por motivos de trabajo y me reservaron un asiento en preferente en un tren Alaris de RENFE.

El tren salía a las 7:00 y llegaría sobre las 10:15 así que como buen previsor reserve un taxi para que me recogiera a las 6:20 debajo de mi casa.

Lo bueno del tren a diferencia del avión es que con que llegues 2 minutos antes de la salida, es suficiente para embarcar.

Mi asiento era el 1 A así que fue fácilmente identificarlo, una de las cosas que me sorprendió es que todos los asientos miraban hacia el centro del vagón, así que me toco ir en sentido contrario a la dirección del tren.
Al principio fue extraño ya que a mi me gusta mirar hacia adelante, pero cuando vinieron las azafatas con la prensa diaria, un zumito de naranja y unas galletas, ya no piensas en ello.

Cuando entró la primera persona a los baños (que los tenia pegadito al asiento), me acorde de toda la familia de quien me había reservado el asiento 1 A…. uffff no me podía imaginar la de gente que podría ir al baño a desahogarse a primera hora del día.

Después de unos cuantos zumos llego un azafato con la carta del desayuno, era algo así como “ tortilla francesa con crema de espinacas, zumo de naranja (para variar) un croissant, pan con mantequilla y mermelada de fresa” aparte podías beber café, una infusión o una copa (o las 3 cosas) Pero vamos.. una copa a las 7 de la mañana como que no :P

¿A quien no le gusta comer en el tren?

Comer en el tren es genial, como son capaces de meter todo el menu en una bandejita de 35 cm x 30 cm ahí todo en miniatura: el salerito de 2 cm x 2cm con una pizquita de sal y otra de pimienta, la bebida de 25 cl una minimermelada de cristal…
La verdad es que entre el pre-desayuno y el desayuno se paso el viaje que ni me di ni cuenta y cuando quise mirar por el cristal, estaba ya en valencia.

Lo que es el servicio un 10, pero hay que decir que los trenes Alaris dejan mucho que desear, empezando por lo mal aislados que están los baños, por los altavoces sonaba un pitido muy molesto y los asientos no son todo lo cómodos que deberían ser para viajar en preferente.
Ademas el tren se paro como unas 2 o 3 veces en todo el recorrido aparentemente sin explicación. A ver si llega ya el Ave a valencia y podemos jubilar a los Alaris.

En breve me tocara moverme en avión así que ya os contare la experiencia.

Un saludito a todos nuestros lectores.