¿Por qué tendemos a andar en círculos cuando nos perdemos?

En efecto se comprobá a principios del siglo XX en un experimento que consistió en hacer que un grupo de personas se adentrara en un desierto en línea recta para estudiar su capacidad de orientación. El resultado fue sorprendente: la mayoría andaba en grandes círculos -la mayor parte hacia la derecha- y otras, incluso, haciendo pequeñas espirales. A fecha de hoy no se ha hallado una explicación a este comportamiento. Los científicos suponen que nuestra propensión a hacer las cosas con el lado derecho o izquierdo de nuestro cuerpo es la responsable del fenómeno. Los diestros, por ejemplo, tienden a escorarse a la derecha y, como en un bosque o un desierto no hay apenas referencias visuales, lo normal es que acabemos andando en círculos sin percatarnos de ello.